Hubo un tiempo en que los mineros chilenos, que trabajaban en Río
Turbio, “bajaban” -así se decía- los fines de semana a Puerto
Natales (localidad de Chile ubicada a 30 kilómetros) cargados de
billetes. Entre 1970 y 1985, la época de mayor producción del
yacimiento, un especialista podía ganar entre 1500 y 2500 dólares
actuales. Una fortuna para los estándares de ingresos del por
entonces pequeño y gris pueblo trasandino. De aquel lado de la
frontera, el desempleo y la pobreza eran moneda de todos los días y
el Gobierno militar de Augusto Pinochet, consideraba al sur extremo
como un punto en los mapas solo apto para militares y figuras
mitológicas.
Aplausos. Soy un sexagenario rioturbiense, amante de todo lo natalino. Vivo en las costas del Atlántico, a metros de als aguas del estuario del río Gallegos, la abandonada ciudad capital de Santa Cruz. Es usted un correcto visualizador y narrador de este fenómeno transcultural llamado natalesturbio. Alejandro Ariznabarreta - lu9xba@gmail.com
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