lunes, 26 de junio de 2017

La biblioteca en el corazón del frío




Sobre la calle principal del pequeño paraje de Río Chico, en la región sur de Río Negro, hay una biblioteca. Está cerrada. Un cartel escrito a mano indica: Biblioteca Pichinchef”. Y abajo: “Río Chico. RN”. La puerta es de madera. Su ventana ha sido tapiada. El pueblo lleva varios días con la electricidad funcionando al ritmo del temporal. A veces si, por lo general no.
Hay que entenderciertos escenarios. El pueblo es hoy una heladera. Sus caminos seencuentran cortados. No hay luz. El gas escasea. También losalimentos. No es el mejor momento para ponerse a leer con -16 grados. Al menos la señal nos advierte que en el interior de este humilde edificio, levantado con partes de cemento y adobe, hay libros. Cientos, miles. Quién sabe. No importa. Algo hay.
No cuesta nada imaginarse al mismo pueblo en verano. Ataviado de calor de meseta y aroma a montañas lejanas. Florecido. Verde. Amable por derecho propio. No es verano. Es invierno y andar duele en el rostro. Riega penas. Los autos no avanzan. Dos perros tiemblan como tristes personajes de una película muda. Los caballos meditan parados afuera de algunas casas.
Hoy se puede vivir aquí, en un repliegue de la Patagonia, pero no se debería. El invierno es cruel. Insano. En contraprestación la naturaleza devuelve finas bocanadas de aire puro. Tierra limpia. Soledad sola. Quietud y tiempo. La última ocasión en que sonó la bocina del tren fue hace 23 años. Desde entonces, en la estación, que una vez sirvió de motivo para radicarse en el paraje, nada se mueve. Los vagones soportan las nevadas. Fierro contra hielo. No chistan. No dicen ni pio. Un hombre ciego cruza las vías. Es todo. La vida se repliega sobre sí misma hasta la siguiente estación. Será primavera. Seguramente fría.
La imagen total convoca al pasado. Mi madre, mi prima, mi tía y mis abuelos, refugiados todos, alrededor de una cocina a leña que arde al rojo vivo. Existimos en lo profundo. 2500 kilómetros al sur de Río Chico. Y mi madre nos lee “Tarzán de la selva”. Cubiertos por mantas, protegidos de la helada, escuchamos historias de otra tierra donde todos andan desnudos.

1 comentario:

  1. Conocí Río Chico en Prov. de Río Negro al finalizar el verano 2017.Bello lugar. Me hubiera gustado quedarme más tiempo y conocer esa biblioteca. ¿Algo que podamos hacer?

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